En 2019 la Generalitat Valenciana se sumó a la recomendación de las Naciones Unidas para que los territorios elaboraran su propia Agenda Urbana, un instrumento orientado a la sostenibilidad urbana económica, ambiental y social.
La elaboración de la Agenda Urbana Valenciana es una iniciativa conjunta de la Conselleria de Política Territorial, Obras Públicas y Movilidad y de la Vicepresidencia Segunda y Conselleria de Vivienda y Arquitectura Bioclimática, que se realiza bajo la coordinación de la Secretaría Autonómica de Política Territorial, Urbanismo y Paisaje.
Supone la concreción territorial al ámbito, características y singularidad de la Comunitat Valenciana, de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de la ONU, que tiene entre sus objetivos la consecución de ciudades y asentamientos humanos inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles.
Se trata de una Agenda que servirá de orientación en la elaboración y coordinación de políticas públicas.
La Agenda se halla aún en fase de elaboración, siguiendo un proceso participativo concebido como un trabajo progresivo y acumulativo, que se estructura en seis bloques temáticos:
· Economía urbana: Modelo de desarrollo económico equitativo, solidario y sostenible.
· Territorio y ciudad: Desarrollo territorial integrado, que incorpore las relaciones sociales, económicas, ecológicas, culturales de proximidad.
· Gobernanza urbana: Fomento de la cultura de la participación y la toma de decisiones de bajo hacia arriba.
· Calidad urbana y salud: Modelo de ciudad de los cuidados, adaptando los entornos urbanos a las diferentes etapas en el ciclo vital.
· Derecho al hábitat: Derecho en la vida urbana, la calidad urbana y la vivienda.
· Ciudad conectada: La movilidad y sus consecuencias, e impacto positivo de las nuevas tecnologías en un desarrollo territorial más sostenible.
En el ámbito de la economía urbana, la Agenda Urbana Valenciana aspira a provocar un cambio de modelo que se centre en la escala humana del desarrollo económico y en que este sea equitativo, solidario y sostenible, en base a los siguientes principios:
· Basar la economía urbana en un modelo de ciudad compacta y policéntrica, con una mezcla de usos que permita desarrollar la mayoría de las actividades cotidianas en un entorno de proximidad.
· Establecer esquemas de desarrollo local integrado en base a las capacidades y necesidades de los territorios y de las personas que los habitan, pero también en base a oportunidades de cambio y urgencias que provoca la crisis ambiental.
· Desarrollar una visión territorial supramunicipal, a escala comarcal, para que las políticas definidas puedan tener impacto real en el territorio y generar situaciones armónicas que superan las dependencias y desigualdades territoriales.
· Enfocar el modelo hacia la sostenibilidad, con medidas potentes contra el cambio climático que aceleren la descarbonización de la economía, haciendo un uso mucho más eficiente de la energía y apostando claramente por la economía circular.
· Diversificar el modelo económico recuperando y poniendo en valor el sector industrial, enfocado hacia las industrias verdes, y el sector primario, enfocado a la producción ecológica. Ambos sectores tienen un gran impacto a nivel territorial, por las posibilidades de promover un consumo de proximidad real.
· Garantizar un modelo inclusivo con una fuerte capacidad conciliadora.
· Desarrollar y adaptar la formación para dotarse de profesionales capacitados en las habilidades y conocimientos que requiere este nuevo modelo de economía urbana.
Entre las denominadas “herramientas de amplificación” del proceso de participación, se ha lanzado una encuesta a toda la ciudadanía, a la que se puede acceder a través de este enlace.
